miércoles, 13 de abril de 2022

Relato juevero... (soñar despiertos)

                                                                 

                                                                                                La foto es de Pinterest                      

 En esta ocasión, nuestra amiga y anfitriona Mag de la trastienda del pecado. Nos invita a Soñar despiertos en su convocatoria, si queréis leer más relatos Aquí estoy segura de que os gustarán.     

                                   La Resurrección…

Llevaba varios días griposa con tos, con tiritones de fiebre alta, con sudores y en la cama guardando reposo, con vahos para poder expulsar las flemas y mocos.

La televisión de fondo, se oía lo que era la salida de uno de los pasos de Semana Santa “El cristo de los faroles” el volumen estaba bajo para no molestar, en un momento determinado, me quede medio dominada.

Cuando empecé a  soñar despierta, no sé si fue fruto de estar desvariando por la fiebre alta o si es que estaba en un estado de ensoñación.

Pero me vi, en medio de un montón de gente gritando a un pobre hombre.

Que cargaba una gran cruz de madera, en su cabeza llevaba una corona de espinas, y caminaba arrastrando una cadena atada a sus pies.

—¡¡Qué lo crucifiquen, por mentiroso!! Decían las personas que había a mí alrededor.

_¡¡Camina vamos, camina vago!! , y no te arrastres vamos levanta del suelo una vez.

 Cuando el hombre se levantó y volvió a cargar con su cruz, lo reconocí era él, era Jesús de Nazaret, le ayude a portar la cruz hasta donde lo iban a crucificar.

Cuando deje caer la cruz, en el suelo, él también se paró y me miró

Y con cara de tristeza  y ojos lagrimosos me dijo

—No sufras hija mía, tengo que pasar por este calvario.

Yo le conteste que no hacía falta, porque la humanidad ya estaba perdida.

Qué el sacrificio que hacía por nosotros, era en vano.

A sí que le tendí mi mano para sacarlo de allí, y poder salvarlo.

Lo último que recuerdo cuando desperté, de mi sueño es que él

Medió su cálida mano, y note una sensación de tranquilidad y bienestar

Y  paz interior….

Al tercer día, vi por mis propios ojos la resurrección de nuestro señor.

Palabras ;308

                                             Fin…