jueves, 3 de junio de 2021

Voz silenciada...

                                                                                                            (La foto es de la red)   
Una vez más acudo a la llamada de mi buena amiga  Mag  para participar en un homenaje aun gran Escritor , poeta , Dramaturgo y prosista Español como es Federico García Loca, y modestamente este ha sido mi pequeña aportación , ya que sinceramente no se si esto es lo que me pide o yo al menos entendí. Si no es , lo más probable es que lo retire o lo publique fuera de la convocatoria , espero que sea de vuestro agrado , si queréis seguir leyendo más homenajes de Lorca , Aquí   podéis seguir leyéndolos.  

                                                          Voz silenciada…

Fue en un tiempo entreguerras, cuando un joven llamado Manuel,  servil conserje, que valía para todo desde jardinero, hasta mecánico de mantenimiento de las calderas de la Universidad. Cuando todas las mañanas , a segunda hora iba  a escuchar la clase, mientras barría cerca de los grandes ventanales de la clase de Damián, profesor de literatura , daba clases a sus alumnos los martes y jueves, siempre empezaba diciendo unas frases, de su afamado escritor favorito.

_“Hay almas a las que uno tiene ganas de asomarse, como una ventana llena de sol”

En el transcurso de las semanas  Damián se dio cuenta de que el joven de mantenimiento, se quedaba encandilado oyendo su clase y como sus alumnos, leían en voz alta algún poema de  Federico García Lorca.

Una mañana antes de que llegasen los alumnos, Damián se acercó a hablar con el joven , y este le dijo que no había ilusión más grande , que saber escribir y recitar poema como Lorca , Manuel le fue sincero y le dijo que si podría darle clase de literatura , que le pagaría las clases en sus ratos libres cuando no tuviese que trabajar, puesto que solo tenía las 4 reglas básicas , sabía leer , escribir y sabía de cuentas , dentro de su ignorancia , quería saber y aprender más cosas , ya que el de política y de gobiernos no sabía nada. Toda su joven vida desde que le salieron los dientes se dedicó a trabajar.


Con un apretón  de manos cerraron el trato, meses más tarde el joven Manuel ya sabía escribir poemas con mucha soltura.

Cuando una tarde después de trabajar, ya vestido con el traje de domingo, a su paso lo asaltaron, unos miserables emboscados, que lo confundieron con el poeta García Lorca, por su gran parecido.


Lo obligaron a dar un paseo en coche hasta su casa,  y a la salida del pueblo lo bajaron del coche, junto a una cuneta…. Sus últimas palabras antes de que un tiro sonara en su cabeza fueron… “Yo veía venir la tormenta, pero no creía que estallara tan pronto”

(Bernarda acto II. Cuarta parte. La casa de Bernarda Alba 1936.)

Os deseo a todo  una feliz tarde , mi relato consta de 364 palabras ,  ya que no he podido acortarlo más , pido mil perdones intentare corregir este pequeño problema.

Besos de flor.