Una vez más acudo a la llamada de mi buena amiga Mag para participar en un homenaje aun gran Escritor , poeta , Dramaturgo y prosista Español como es Federico García Loca, y modestamente este ha sido mi pequeña aportación , ya que sinceramente no se si esto es lo que me pide o yo al menos entendí. Si no es , lo más probable es que lo retire o lo publique fuera de la convocatoria , espero que sea de vuestro agrado , si queréis seguir leyendo más homenajes de Lorca , Aquí podéis seguir leyéndolos.
Voz silenciada…
Fue en un tiempo entreguerras, cuando un joven llamado Manuel, servil conserje, que valía para todo desde jardinero, hasta mecánico de mantenimiento de las calderas de la Universidad. Cuando todas las mañanas , a segunda hora iba a escuchar la clase, mientras barría cerca de los grandes ventanales de la clase de Damián, profesor de literatura , daba clases a sus alumnos los martes y jueves, siempre empezaba diciendo unas frases, de su afamado escritor favorito.
_“Hay almas a las que uno tiene ganas de
asomarse, como una ventana llena de sol”
En el transcurso de las
semanas Damián se dio cuenta de que el
joven de mantenimiento, se quedaba encandilado oyendo su clase y como sus
alumnos, leían en voz alta algún poema de
Federico García Lorca.
Una mañana antes de que llegasen
los alumnos, Damián se acercó a hablar con el joven , y este le dijo que no
había ilusión más grande , que saber escribir y recitar poema como Lorca ,
Manuel le fue sincero y le dijo que si podría darle clase de literatura , que
le pagaría las clases en sus ratos libres cuando no tuviese que trabajar,
puesto que solo tenía las 4 reglas básicas , sabía leer , escribir y sabía de
cuentas , dentro de su ignorancia , quería saber y aprender más cosas , ya que
el de política y de gobiernos no sabía nada. Toda su joven vida desde que le
salieron los dientes se dedicó a trabajar.
Con un apretón de manos cerraron el trato, meses más tarde
el joven Manuel ya sabía escribir poemas con mucha soltura.
Cuando una tarde después de trabajar,
ya vestido con el traje de domingo, a su paso lo asaltaron, unos miserables
emboscados, que lo confundieron con el poeta García Lorca, por su gran
parecido.
Lo obligaron a dar un paseo en
coche hasta su casa, y a la salida del
pueblo lo bajaron del coche, junto a una cuneta…. Sus últimas palabras antes de
que un tiro sonara en su cabeza fueron… “Yo
veía venir la tormenta, pero no creía que estallara tan pronto”
(Bernarda acto II. Cuarta
parte. La casa de Bernarda Alba 1936.)
Os deseo a todo una feliz tarde , mi relato consta de 364 palabras , ya que no he podido acortarlo más , pido mil perdones intentare corregir este pequeño problema.
Besos de flor.