La caja…
El joven Tomás, era de la Generación, de comprar todo por internet, puesto que era un mundo
que le llamaba mucho la atención y la curiosidad,
de meterse en una tienda oline de ropa donde podías ver mediante un holograma
al modelo desfilar con la ropa que tu habías elegido, en este caso, Tomás probo
con un pantalón vaquero, una camisa
roja ,con cuadros negros, unas botas de panamá Jack y un gorro de lana negro.
Al final optó por comprarse
una cazadora de cuero negro, la metió en el carrito y mediante tarjeta
de crédito, pago la cazadora en un intervalo de 24 a 48 horas, recibiría el
paquete sin salir de casa.
A la mañana
siguiente, como él estaba trabajando, dejo recado a su conserje para que
recogiese él paquete, y así lo hizo
Rubén, le firmo al mensajero el recibo, este le entrego dicho paquete.
Una vez que Tomás llego de trabajar, pasados unos minutos
Rubén, le entrego el paquete. Tomás le dio las gracias y cerró la puerta, fue
andando hacía el salón, Este abrió con mucho nerviosismo el paquete para ver su
flamante cazadora, que se había comprado.
Cuando del paquete saco una caja pequeña de madera y una
misiva, en la que ponía con letras en negrita “Si quieres vivir no abras la caja” por un momento al leer la nota
se asustó, como no había ni número de teléfono, busco la página de la tienda
online y les mando un correo electrónico, y les explico lo que le había pasado,
la tienda le abono el dinero.
Había pasado unos quince días, cuando ya no aguanto más la
curiosidad lo estaba matando en vida, decidió arriesgarse ya que pensó que era
una broma pesada.
Sentado en el sofá cogió la caja, y se la puso a la altura
del rostro.
Cuando poco a poco la abrió, de golpe sonó una detonación seguida de un ¡Boom! Un segundo más tarde el cuerpo de Tomás cayó muerto al suelo, sus sesos estaban esparcidos por la pared del salón. A la mañana siguientes, los forense dijeron que la caja estaba manipulada, contenía una pequeña mini- revólver del calibre 22.
Fin.
Os deseo a todos una feliz tarde , besos de flor.