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martes, 26 de marzo de 2024

Carta para mi padre.


Hoy hace justo dos meses que te fuiste de repente y sin previo aviso, y nos dejaste solos en este mundo. Qué razón tenías cuando tú me decías esas noches en las que solíamos conversar de temas livianos y sin mucha importancia a veces, en otras ocasiones eran temas serios como eran prepararte para el día del mañana, en lo dura que a veces es la vida y los palos que te propina sin tener culpa alguna.

Y es que en verdad para la perdida de un padre o una madre, familiar no se está al 100% preparado.

Ahora me doy cuenta, de lo feliz que era cuando tú estabas a mi lado, tú que siempre fuiste un paraguas donde nos cobijábamos los tres y estábamos de alguna manera protegidos de muchos problemas que te venían sin tu buscarlos de toda índole, y aunque sepas que esos problemas cotidianos los tienes, teniendo un buen paraguas o guardaespaldas que te cuide, como suele decir el refrán "Las penas con pan son menos penas"  Tú me decías prepárate hija que vienen tiempos muy duros y tú serás la que tendrás que hacerte con el control de la casa, ahora tú eres el pilar  fuerte de la casa.

Puesto que para la mamá ha sido un golpe muy duro, muchas noches se pregunta por qué te fuiste, y ahora yo pensándolo fríamente y con la mente clara, pienso que te cansaste de luchar estabas agotado.

Y el ponerte el médico el oxígeno a 2 litros para que pudieses respirar bien, y tú por tu propio bien salieras a la calle a caminar, ya que llevabas más de 7 años sin salir de casa primero por cuidarme a mí, y el que yo llevase el oxígeno a 15 litros los 365 días del año, hasta que llegara mi trasplante.

Y luego de estar trasplantada, nos vino a todo el mundo el encierro por el dichoso "COVID 19".

Pero como se suele decir "No hay mal que 100 años dure" y por mucho que me duela o nos duela a los tres, poco a poco vamos levantando la cabeza y miramos a la vida con optimismo y valor.

Ha pasado San Valentín, el día del padre que fuimos los tres a verte  al cementerio con los primos de mamá, tu hermana y tus sobrinos.

Y quiero decirte, que la vida sigue, que siempre estarás en nuestros corazones y que no hay día, que cuando llegamos de comprar y está la casa vacía,  al llegar al recibidor de la entrada y veamos tu foto, digamos "Ya estamos en casa papa"  Has dejado un gran vacío y nos acordamos mucho de ti papa.

Espero que si nos estás viendo desde allí arriba, de vez en cuando nos eches una manita.

Y ahora me despido de ti porque tengo que ir a hacer la comida.

Besos de parte de la mamá y el nene, y míos, te queremos mucho papá.

Hasta siempre cariño mío, de tu hija que no te olvida.