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miércoles, 10 de junio de 2020

El precio de un selfie.

                                              (Pintura de Francisco de Goya... Obra "Saturno devorando a su hijo")

Carla y Sofía, eran dos amigas Millennials de la misma edad,
como dirían los jóvenes de hoy día, que les gustaba vivir la vida.
Sin muchas preocupaciones, ya que su mundo eran los selfie 
los móviles, retratar y contar su vida casi al momento.

Después de pasar la mañana de compras y comer de picoteo, qué mejor manera que despedir la tarde, que irse al museo a ver cuadros y esculturas.
Pagaron la entrada del  museo, como unas turistas más que iban con sus cámaras de fotos y los palos para hacerse los famosos selfies.

Pasaron por las diversas salas en donde podías ver cuadros del pintor Joaquín Sorolla como “paseos a orillas del mar”  el “Grito” de Edvard Munch, de Vincent  van Gogh “Los comedores de patata” “Los armadillos” de A. McQueen, “El Guernica” de Picasso  “Las meninas” de Velázquez, en otra sala contigua había un variado popurrí de las pinturas de Francisco de Goya entre sus obras estaban “Los desastres de la guerra” “El 2 de Mayo” “La maja desnuda” “El aquelarre” mientras Sofía y Carla iban caminado , iban comentando los cuadros , llegando a decir en un lenguaje algo ofensivo y lenguaraz.

 Que había algunos cuadros que eran feos para la vista o simplemente vulgares, cuando de pronto Carla se acercó a un rincón de la sala, mientras su amiga estaba observando con detenimiento en la sala anterior, donde estaban las Meninas de Velázquez.

Carla miró un cuadro que le llamo la atención era un cuadro que no había visto en su vida , pero nada más verlo le produjo verdadero terror , por la crueldad y el canibalismo que ofrecía aquella pintura , por un momento se quedó petrificada mirando sus grandes ojos desorbitados , preparó su móvil para hacerle una foto , y emular la escena que estaba viendo cuando se giró de espaldas al cuadro y con el palo de la cámara , disparo varías fotos , mientras la cámara disparaba los “Flashes” exclamó diciendo _¡Qué feo es este cuadro! , pero qué bien voy a salir en la fot...

No terminó de decir la frase, una especie de ente o el espíritu de “Saturno devorando a un hijo” de Goya, salió del cuadro y de un bocado le arrancó la cabeza de cuajo, provocando que el medio cuerpo se cayeses al suelo mientras que con la mano derecha sostenía aún el móvil.

Solo tardó un minuto Sofía en volver, a donde estaba su amiga Carla, cuando esta pegó un grito como el de Munch, empezó a tartamudear y zarandear a Carla, para que está volviese  a la vida, la tenía abrazada fuertemente mientras su ropa estaba manchada de Sangre, cuando la gente que había por allí se agolparon para ver qué pasaba , y se preguntaban qué es lo que pasaba.

Diez minutos más tarde, la directora del museo llamó a la policía y se la llevaron a comisaría, para averiguar lo que había pasado.
Un día más tarde, Ingresaron a Sofía en un Psiquiátrico con un fuerte brote de esquizofrenia  agresiva.

El veredicto y la correspondiente condena para Sofía, fue cadena perpetua, sin revisión del caso. 

                                                           Fin.
pd; Espero que disfrutéis de este relato , tanto como yo al escribirlo ... Y ya saben tengan cuidado , a la hora de comentar , ya que nunca se sabe lo que puede depararte la pintura de un cuadro. También tengo que decir que este es el primer relato que escribo , que se me a colado un pequeño "Gazapo" ¿Sabrían decirme cuál es, y dónde se encuentra escondido? os deseo una feliz tarde de Miércoles , besos de flor.