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lunes, 23 de mayo de 2016

La cena....

                                                                              (La foto es de la revista Muy Interesante)
    

Fue  el últimos de los caprichos de Laura , quizás  el  que más quiso durante mucho tiempo , hasta el próximo capricho que quisiese poseer , puesto que para sus padres   no había , cosa lo bastante cara  económicamente y exclusivo que se pudiese comprar  para tener contenta  a su única hija.

Todos  Los días,  cogía  a su pequeño Bunny,  le hacía caricias lo peinaba lo acicalaba  y perfumaba,   y  cuando se cansaba  de jugar con él  ,  como recompensa  le daba una  hermosa zanahoria .

Una mañana… Que  Laura tuvo que salir temprano  a hacer unos recados a la ciudad,  y no volvería hasta la  hora de comer ,  en  la cocina  estaba la cocinera  , el mayordomo  , y las dos criadas .

Estaban  deliberando  como hacían todos los días  ,  el plan de la comida y la  cena de ese día  , ya que por la mañana  tenían  una visita muy especial , tenían al cardenal  de  la iglesia de Roma  ,  y querían hacer una comida  algo especial  ,  estuvieron  mirando en la despensa  y después de mirar   todo lo que allí tenían  ,  verduras  hortalizas  , carnes  blancas y rojas , pescados  y mariscos de todas clases  y postres diversos  a la par  más  sabrosos  y  deliciosos .

Lo  tuvieron claro de  plato seria una fina  crema de espárragos  con champiñones , con un toque delicado de trufa  ,  acompañado de un trozo carne de faisán  marinado con naranja .

De 2º sería  una  langosta  cocida en su jugo, sobre una cama de tiernas hojas contadas en juliana de lechuga iceberg,  con salsa  rosa y gambas  del mar negro.
De  3º sería   una  gran parrillada  de carne  de  corzo,  perdiz y libre blanca de Siberia con una base de vino olorosa de oporto  y romero , fue en este punto donde la  cocinera se encontró con un pequeño problema , que no tenían  bastante liebre siberiana  para todos  los comensales , pensó  y pensó en cómo se lo iba a explicar a la señora de la casa , por si podían de alguna manera variar aunque fuera un poco , esta parte del menú  y que no se notara mucho .

Pero después  de  meditarlo un buen rato mientras las criadas iban sirviendo los platos, la cocinera prefirió  improvisar  y no contarle nada a su señora y así no la pondría en un aprieto, ya que la apariencia de que  no todo estuviese bajo  control y todo era perfecto, era lo que más mortificaba a la señora.

La cocinera miro por última vez en la nevera para ver, y vio  que solo había   4 liebres siberianas  y eran  necesarias como mínimo eran 6,  así que se rasco la cabeza pensando en cómo arreglarlo,  ¡¡ Zasssss!! Se le encendió  la bombilla , puso rumbo a la parte de  atrás del jardín , donde estaba un pequeño almacén donde guardaba las herramientas de jardín  y en una de las estanterías  donde se dejaba el jardinero ,  los guantes y las tijeras de podar las rosas ,  estaba  el pequeño Bunny descansando en su acogedora  casita , cuando la mano de la cocinera lo agarro  delicadamente del pellejo , y para que este no se revolviera ,mientras  esta le decía :_ ¡¡ No , te preocupes !! Que esto es un mal menor, ya que con el tiempo, me lo hubieses agradecido de morir envenenado por el jardinero, con sus malditos insecticidas para las plantas.

Lo llevo a la cocina, y lo metió en la  honda  y gran pila de fregar los peroles y cazuelas, mientras se ponía los guantes y sacaba el hacha de mano  y  preparaba la bandeja.
Afilo  concienzudamente, el cuchillo y el hacha…. Lo cogió  y en un giro rápido  de muñecas , le retorció el  tierno cuello  , apenas se llego a oír el crujir  de los huesos ,  en un santiamén  lo despellejo y lo descuartizo .

2 horas  y media más tarde y  ya casi finalizada la sobremesa, con  una copa  hermosa de brandy  y un buen puro, el padre de Laura  y el cardenal de Roma ,  salían  al jardín  a tomar un poco el fresco …. Mientras el cardenal  le decía, que había disfrutado mucho de la deliciosa comida, ya que jamás había probado las liebres  de Siberia…. Y  más la que le había servido en su plato, era extra tierna pequeña, y por qué no decirlo algo distinta a las otras.

                                 Fin.


Pd ; y como lo prometido es deuda , para que no me digáis que no cumplo mi palabra  , en este relato no he matado a nadie .
Espero que disfrutéis , os deseo a todos una feliz semana besos de vuestra amiga Flor.